Radio Campus - Bienvenida

      Después de mucho tiempo, por fin se renueva este texto de bienvenida, generalmente lleno de buenas intenciones para el atribulado visitante que se interesa por saber exactamente qué es Radio Campus, sin embargo, mucho me temo que esta vez no voy a poder cumplir con tan nobles objetivos, porque hoy por hoy resulta muy difícil explicar en qué consiste esta emisora universitaria, por cuanto sus puntos de referencia están en proceso de cambio. Cuando entren a cualquiera de las secciones que componen esta página, puedo asegurarles con toda seguridad que parte de lo que lean no será exacto, por cuanto la realidad que pretenden plasmar habrá sido modificada. Pueden leer que Radio Campus está situada en los bajos del Colegio Mayor San Fernando, y que su dial es el 104.4 FM, y que tenemos varios objetivos en cartera... pero precisamente en la lucha por conseguirlos, estamos pasando por un momento de transición, estamos asistiendo al nacimiento de una emisora universitaria diferente.
      Radio Campus tiene más de una década a sus espaldas, y poco queda de aquella Radio San Fernando que empezaba con tan pocos medios pero con mucha ilusión, como un entretenimiento; los medios siguen siendo escasos, la ilusión se ha ido apagando en muchos, hasta el punto que ya no quedan prácticamente miembros fundadores, y el entretenimiento dio paso a un taller del radio del que han salido muchos profesionales para el sector audiovisual local, regional y nacional. Los avatares de la vida universitaria han tenido su reflejo en su emisora de radio, que ha vivido más de la mitad de su existencia en medio de una lucha feroz por la supervivencia, cuando los felices años del bicentenario dieron paso a un período de vacas flacas, como los locos años veinte dieron paso al crack de 1.929. Víctima primero de su deseo de permanecer independiente y víctima después de su errada consideración como algo secundario, mero juguete de los estudiantes, Radio Campus ha vivido un lento pero inexorable proceso de decadencia, tanto física como personal: de la misma forma que los otrora modernos equipos se han ido deteriorando por el paso de tantas manos, las sucesivas generaciones de programas han ido perdiendo interés conforme fueron dándose cuenta que el mandamás de turno estaba más interesado en dar dinero a las más vistosas y populares tunas que a una emisora que se esforzaba por dar a conocer todos los actos de la vida universitaria, y no estaba por la labor de dar la cara cuando el dial que había sido nuestro durante una década, fue invadido.
      Justo en el peor momento, encontramos a personas dispuestas a escucharnos, como el actual Rector, que consiguió para nosotros en dos meses lo que sus predecesores no habían hecho en dos años, y cuando pensamos que se aproximaba el final, nos vimos elevados hacia un nuevo principio, después de tantos cursos de esfuerzos estériles y oídos sordos. Nuevo local, nuevo dial (el 103.8)... pero pese a ello, parece que Radio Campus ha nacido con una mala estrella que hace que una y otra cosa no acaben de ser firmemente nuestras. Al mismo tiempo, los que estamos comprobamos que la emisora universitaria necesita un cambio de mentalidad, otra forma de ser; hemos vivido el sueño de un conjunto de personas que ya no están en la radio. Quizá es hora de construir nuestro propio sueño, y de luchar por él.